
Sueños por TEPT o Trastorno de Estrés Postraumático 
                                    Rosa Anwandter
  Mis agradecimientos a cada una de las personas que enviaron sus sueños, luego después del terremoto de 8.8 Escala de Richter, ocurrido el 27 de febrero recién pasado, en una extensa zona de Chile.
Los sueños recibidos,    en parte han sido   de precognición, sin embargo la mayoría de ellos, fueron causados por TEPT o Trastorno de Estrés Postraumático.   En los primeros, muchas personas soñaron con terremotos y tsunamis y quienes los tuvieron, días antes de la tragedia no estaban pasando por ninguna crisis personal o familiar, por el contrario, informaron   aunque ese      viernes,     era el   penúltimo día de vacaciones de verano,   casi todos se encontraban de buen ánimo, para despedirse del descanso anual.
 Asimismo, numerosas personas habían preferido disfrutar ese día en familia y   otras tenían programado fiestas, que en algunas ciudades afectadas por el sismo irían a ser colectivas, organizadas por municipios. También esos individuos reportaron, no haber sentido ningún indicio o   seguidilla de temblores   que hiciera sospechar la ocurrencia de un terremoto de aquella magnitud.
Una ex alumna,   acostumbrada a escribir sus sueños diariamente, envió el siguiente sueño anotado el 25 de febrero a las 7.30 AM. 
“Estoy  junto a mi familia, tenemos que  buscar un lugar donde refugiarnos,  pues se  aproxima el fin del mundo, existe amenaza   inminente,   hay   entes malvados, a quienes  no les importa destruir el planeta, grito para  que corramos a lugares altos, pero nadie  hace caso,  parecen  indiferentes a mis súplicas, todos están concentrados  escuchando  atentamente   unos  artilugios  raros, pegados a sus oídos”.  Despierto aterrorizada, por suerte era solo un sueño.     
 Testimonio de mujer 40 años, divorciada, tres hijos, residente en Talcahuano.
Naturalmente, que esta experiencia onírica, contiene algunos elementos llamados de P.E.S (Percepción Extra Sensorial), anticipando ciertas escenas vistas después en la vida despierta,   por nuestra soñante. 
    Los sueños originados por TEPT o Trastorno de Estrés Postraumático   se han venido estudiando desde hace décadas. Estos sueños llamaron la atención de los médicos, pues eran   sueños en serie, narrados por   militares que habían participado en conflictos armados. 
  Estos sueños     suelen surgir después de    sucesos que han hecho al soñante experimentar un profundo impacto emocional.   Quienes han vivido    guerras, incendios, terremotos, huracanes, accidentes o cualquier otro acontecimiento originado por   ansiedad, angustia o miedo acostumbran tenerlos.   Estos sueños son diferentes a otras pesadillas, pues en los   sueños por TEPT, se revive la escena causante del trauma durante   cierto tiempo.  Sin embargo    en la mayoría de los casos desaparecen después de algunas semanas. 
 Las acciones en estos sueños postraumáticos son variables, pero el tema principal gira en torno al suceso causante del   impacto.  Según estudios en laboratorios,   los sueños postraumáticos se producen después de una a dos horas,   después de la persona haberse dormido y son diferentes a otros tipos de pesadillas. La emoción predominante,   es el desamparo total.
Lo positivo de estos sueños originados por TEPT es que vienen a sanar nuestras heridas emocionales.     Cuando reexperimentamos un hecho traumático y lo   verbalizamos,   nos ayuda a disminuir la ansiedad y a vivir    el duelo de manera más adecuada.
A seguir,   un ejemplo   de los innumerables sueños postraumáticos, recibidos después del terremoto.    
  Testimonio seguido del relato del sueño, de una mujer 29 años, casada sin hijos, residente en Puerto Montt.
  “El viernes 27 llegamos   con mi marido a pasar el fin de semana con    mis   padres, quienes   estaban de vacaciones en   Constitución. 
El terremoto lo sentí peor que una pesadilla, pues en éstas, uno despierta y en esos más de tres minutos de duración de aquello, pensé que era el fin de todo.   
 “En mi sueño escuchaba truenos   y veía lejos, en el mar un hongo enorme,    repentinamente escuché gritos de gente que decía   arranquemos, arranquemos hacia el cerro, pero   la ola gigante ya había llegado y sentía como el agua fría cubría mis pies, quería correr, pero no podía moverme”.  
 Aún continúo soñando lo mismo, con variaciones. Despierto agotada. Martes 02 de marzo    de 2010.
 Los sueños y testimonios presentados aquí, son testigos del potente trauma sufrido por los chilenos ese día 27 de febrero, pasado.
Asimismo,  cabe destacar      que   Chile, es un país de gente sufrida, azotada a través de su historia por tristes circunstancias. Sin embargo, los chilenos y chilenas    llevan dentro de su alma, una sabiduría innata para enfrentar la adversidad. Después de este terremoto, siguen demostrando   un espíritu solidario, ayudando al prójimo, conversando   sobre el suceso entre parientes, amigos, vecinos y hasta con desconocidos.  Precisamente, estas   son algunas pautas   terapéuticas eficaces para superar cualquier trauma. 
 Con certeza, Chile,  pronto vencerá al destino nuevamente, puesto que es una nación de Resilientes. 
Rosa Anwandter